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Jueves 11 de Enero, 2024

Un “afortunado error” que permitió descubrir a un gran artista

 


La llegada de Peter Horn a Chile

La obra del artista Peter Horn Werner está muy presente, y a veces olvidada, en nuestra parroquia y país, por eso en el marco de nuestros 70 años quisimos hacer un reconocimiento, con la participación de su familia. ‌

A partir de hoy, queremos seguir profundizando en su vida y legado a través de breves relatos, desde donde comenzó la historia del “afortunado error” (1).

Peter Horn Werner nació en München, Alemania, el 7 de abril de 1908. Sus padres fueron Peter Horn y Elisabeth Werner.

La gran religiosidad de la madre y la temprana formación con los benedictinos, imprimieron en Horn un sello especial.

A temprana edad buscó "en la madera y el papel, su forma de expresar los sentimientos, lo que más tarde dio un carácter profundo a sus esculturas” (1).

El 26 de abril de 1926 ingresó a la Academia de Bellas Artes de Munich, estudios que financió trabajando en una fábrica de porcelanas.

En la escuela se especializó en escultura y fue discípulo de artistas como Heinrich Waderé y Arno Blecker.

En 1929, la prensa alemana publicó un mensaje del Obispo de La Serena, Monseñor José María Caro, en el que llamaba a los jóvenes con vocación religiosa. Sin embargo, por un "afortunado error", este se tradujo como un ofrecimiento de becas artísticas.

Ya rondaba en los pensamiento de Peter Horn desarrollar su arte en un lugar distinto. Quería ir a África para hacer arte propio y original. Pero el azar dirigió su rumbo hacia Chile.

El mal entendido del mensaje, se aclaró recién cuando el escultor arribó a la ciudad de La Serena en 1932. Imposibilitado de costear su viaje de regreso a Alemania, aceptó algunos encargos para realizar arte religioso en Chile.

La decoración de la Capilla La Maternidad de María, en el Cerro San Cristóbal; la figura de el Calvario y de la Piedad, esculpida en piedra y el Cristo en madera de pino, para Rinconada de Silva, Putaendo; fueron algunas de las obras realizadas en aquel entonces.

El artista se quedó en Chile hasta 1936 pero, nuevos planes lo regresarían tiempo después a nuestro país.

Te invitamos a seguir conociendo la vida y obra del escultor alemán en el siguiente número.

Fuente: Peter Horn 1908-1969, escultor de emociones. Gisela Kroneberg Contzen · 2009

 




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