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Miercoles 29 de Marzo, 2017

Estamos por celebrar el último domingo de Cuaresma

 


¡Prepara tu corazón para Semana Santa con los siguientes decálogos!

Este 2 de abril estamos próximos a celebrar nuestro quinto y último domingo del tiempo de Cuaresma, para posteriormente el domingo 9 de abril iniciar nuestra Semana Santa con el Domingo de Ramos.

Para este último tramo, te invitamos a reflexionar sobre algunas cosas que te ayudarán a preparar el corazón y vivir el tiempo Santo con una mirada distinta.

El ayuno, la limosna y la oración son los tres medios tradicionales y bien fecundos para recorrer este tiempo de gracia, este día –cuarenta días- de salvación. Desde estas claves, ofrecemos a continuación y con  una clara finalidad pastoral y catequética los siguientes decálogos.

 

Decálogo de los símbolos de Cuaresma

1.-  La cuaresma es DESIERTO. Es sequedad, soledad, ayuno austeridad, rigor, esfuerzo, penitencia, peligro, tentación.

2.-  La cuaresma es PERDÓN. Las historias bíblicas de Jonás y de Nínive y la parábola del hijo pródigo, son ejemplos de ello.

3.- La cuaresma es ENCUENTRO, es abrazo de reconciliación como en la parábola del hijo pródigo o en la conversión de Zaqueo o en el diálogo de Jesucristo con la mujer adúltera.

4.- La cuaresma es LUZ, como se pone de evidencia, por ejemplo, en el evangelio del ciego de nacimiento. Es el tránsito de las tinieblas a la luz. Jesucristo es la luz del mundo.

5.- La cuaresma es SALUD, símbolo manifestado en textos como la curación del paralítico o la sanación del hijo del centurión.

6.- La cuaresma es AGUA. Es el tránsito de la sed de nuestra insatisfacción al agua viva, el agua de Moisés al pueblo de Israel en el desierto o de Jesús a la mujer samaritana.

7.- La cuaresma es superación victoriosa de las pruebas y dificultades. Es LIBERACIÓN, TRIUNFO. Algunas figuras bíblicas, que sufren graves peligros y vencen en la prueba, son José hijo de Jacob, la casta Susana, Ester, el profeta Jeremías y, sobre todo, Jesús, tentado y transfigurado.

8.- La cuaresma es CRUZ. Signo y presencia permanente durante toda la cuaresma. Prefigurada en el Antiguo Testamento y patentizada con el ejemplo de Jesucristo y como su llamada cargar con ella como condición para el seguimiento.

9.- La cuaresma es TRANSFIGURACIÓN. Es la luz definitiva del camino cuaresmal, preanunciada y pregustada en la escena de la transfiguración de Jesús. “Por la cruz a la luz”.

10.- La cuaresma es el esfuerzo por retirar el fermento viejo e incorporar la LEVADURA NUEVA DE LA PASCUA RESUCITADA Y RESUCITADORA, ahora y para siempre.

Decálogo de la conversión cuaresmal

1.- La conversión es recordar que el Señor nos hizo para sí y que todos los anhelos, expectativas, búsquedas y hasta frenesíes de nuestra vida, sólo descansarán, sólo se plenificarán, cuando volvamos a El.

2.- La conversión es la llamada insistente a asumamos, reconozcamos y purifiquemos nuestras debilidades.

3.- La conversión es ponernos en el camino, con la ternura, la humildad y la sinceridad del hijo pródigo, de rectificar los pequeños o grandes errores y defectos de nuestra vida.

4.- La conversión es entrar en uno mismo y tamizar la propia existencia a la luz del Señor, de su Palabra y de su Iglesia y descubrir todo lo que hay en nosotros de vana ambición, de presunción innecesaria, de limitación y egoísmo…

5.- La conversión es cambiar nuestra mentalidad, llena de eslóganes mundanos, lejana al evangelio, y transformarla por una visión cristiana y sobrenatural de la vida.

6.- La conversión es cortar nuestros caminos de pecado, de materialismo, paganismo, consumismo, sensualismo, secularismo e insolidaridad y emprender el verdadero camino de los hijos de Dios, ligeros de equipaje.

7.- La conversión es examinarnos de amor y encontrar nuestro corazón y nuestras manos más o menos vacías.

8.- La conversión es renunciar a nuestro viejo y acendrado egoísmo, que cierra las puertas a Dios y al prójimo.

9.- La conversión es mirar a Jesucristo -como hizo Teresa de Jesús a su Cristo muy llagado- y contemplar su cuerpo desnudo, sus manos rotas, sus pies atados, su corazón traspasado sentir la necesidad de responder con amor al Amor que no es amado.

10.- Y así, de este modo, la conversión, siempre obra de la misericordia y de la gracia de Dios y del esfuerzo del hombre, será encuentro gozoso, sanante y transformador con Jesucristo.

Decálogo de los personajes de la Cuaresma

1.- LA SAMARITANA: Es el ejemplo de la persona alejada, que se encuentra con Jesús, se abre a su diálogo, se deja interpelar, abre su conciencia y Jesús transforma su vida. Necesitaba el agua viva para limpiar las adherencias y suciedades de su vida anterior. El agua de Jesucristo la limpia y purifica y se convierte en otra persona y en un testigo. (Jn 4, 1-31)

2.- LA MUJER ADULTERA: Personifica la capacidad de misericordia de Jesucristo. Habla del misterio del perdón cristiano. Llama a la sinceridad del corazón y de una vida recta partiendo de uno mismo. Alerta sobre nuestros juicios y prejuicios. Habla de la necesaria apertura cristiana hacia todas las personas, que siempre son dignas del amor y del perdón de Dios. Testimonia la potencialidad salvadora de la mirada compasiva de Jesucristo. (Jn 8, 1-11)

3.- EL PADRE DE LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: Es la imagen del Dios Padre rico en misericordia. Nos recuerda su amor, su bondad, su espera. Cree en la libertad y confía en el retorno de su hijo. No inquiere, no lleva cuentas del mal, sino que siempre está dispuesto al abrazo del perdón, de la reconciliación y de la vida nueva. Es justo desde el amor, un amor que no tiene medidas ni reglas puramente humanas. (Lc 15,11-32).

4.- EL HIJO PRÓDIGO: Es, de nuevo, imagen de los alejados y de aquellos que hacen, en algún momento, un uso indebido de su libertad y de sus derechos. Es prototipo, en primera instancia, de quien piensa sólo en sí mismo y busca los placeres rápidos, inmediatos y efímeros. Es después representación de la obra de la gracia, que también desde situaciones, circunstancias y conveniencias humanas, va moviendo el corazón hacia la conversión. Toma conciencia de su situación de postración, se pone en camino, se deja guiar por la reconciliación y experimentan el don y la gracia inmensos del perdón y del amor. (Lc 15,11-32).

5.- EL HERMANO MAYOR DEL HIJO PRÓDIGO: Es reflejo de tantos de los planteamientos de los “cercanos”, de los que se mantienen en la Iglesia, pero que no acaban de abrir del todo su alma a la sabiduría de Dios y a la plenitud del Evangelio. Lleva “cuentas”, el calculador, lo tiene todo apuntado, tiene sus razones y sus derechos. Pero necesita encontrar las verdades razones y derechos de la gratuidad, del perdón y del amor.

6.- NICODEMO: Representa al hombre cabal, religioso y recto que busca la verdad. La cuaresma es tiempo para no anclarnos en la “verdad” de nuestros pensamientos y opciones sino de ponernos en camino en la búsqueda de la verdad auténtica y definitiva. (Jn  3.1-21)

7.- EL ENFERMO DE LA PISCINA DE BETESDA: Es el prototipo del enfermo que aguarda la salud y de quien necesita ayuda de los demás. Llevaba enfermo 38 años y nadie le había empujado a la piscina de las aguas sanadoras. El cristiano debe estar alerta para descubrir a quien necesite de nosotros. El enfermo de la piscina de Betesda, una vez sanado, es también modelo de agradecimiento y de testimonio.

8.- EL CIEGO DE NACIMIENTO: Representa la oscuridad y la ceguera como enfermedad del cuerpo y como enfermedad del alma. Cuaresma es descubrir las oscuridades de nuestra vida cristiana y buscar la mano sanadora de Jesús, que, a través de su Iglesia, unta el barro y el ungüento de la luz en los ojos de nuestra alma. La fe es la luz; Jesús es la luz. Vivir sin la fe, vivir sin Jesús es oscuridad y ceguera. Y el cristiano, como el ciego de nacimiento, una vez recobrada la vista, debe ser testigo de la Luz. (Jn 9, 1-41)

9.- LÁZARO: Es el amigo de Jesús. Es el resucitado, signo y primicia de la gran Resurrección de Jesucristo, prenda de nuestra futura resurrección. También nosotros, si creemos, si mantenemos y cultivamos la amistad con Jesús, podremos ver la gloria de Dios y dar testimonio de ella con nuestras obras. Lázaro, junto a sus hermanas Marta y María, habla de la necesidad de mantener un trato de intimidad con Jesús y de hacer de nuestra cuaresma tiempo y espacio para nuestra Betania cotidiana. (Jn 11, 1-44).

10.- MARÍA DE NAZARET: Es la madre, es la solidaria, la asociada a la pasión, muerte y resurrección de su Hijo Jesucristo. Mira la pasión y la pascua con ojos y corazón compasivos, como Jesús. Está. Testimonia así la fuerza decisiva de la presencia, de la compañía, de saber estar en el lugar donde debemos estar. María de Nazaret nos ha de ayudar a permanecer al pie de la cruz de nuestros hermanos y a saber acompañarlos con nuestra presencia y amor en sus Vías Dolorosas. (Jn 19, 25-27).

Los lemas papales para las Cuaresmas de los diez últimos años

1.- “La Palabra es un don. El otro es un don”. La parábola del pobre Lázaro y del rico (cf. Lc 16,19-31). (Año 2017). Francisco.

2.- “Misericordia quiero y no sacrificio” (Mt, 9, 13). Las obras de misericordia en el camino jubilar. (2016). Francisco.

3.- “Fortaleced vuestros corazones” (Sant 5, 8). (2015). Francisco.

4.- “Se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza (cfr. 2 Cor 8, 9)”. (2014). Francisco.

5.- Creer en la caridad, suscita caridad. “Hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él” (1 Jn 4,16). (Año 2013). Benedicto XVI.

6.- “Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras” (Hb 10, 24).  (Año 2012). Benedicto XVI.

7.- “Con Cristo sois sepultados en el Bautismo, con él también habéis resucitado» (Col 2, 12) (Año 2011). Benedicto XVI.

8.-  “La justicia de Dios se ha manifestado por medio de la fe en Jesucristo” (Rom. 3, 21-22) (Año 2010). Benedicto XVI.

9.-  “Jesús, después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, al final sintió hambre” (Mt  4, 1-2) (Año 2009). Benedicto XVI.

10.-  “Nuestro Señor Jesucristo, siendo rico, por vosotros se hizo pobre” (2 Cor. 8,9) (Año 2008). Benedicto XVI.

¡Reflexionemos, sirvamos y amemos!

Fuente: revistaecclesia.com




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