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Testimonio de la familia misionera Astudillo Chiappe
Estamos completando la tercera semana de agosto y solo tenemos poco más del 50% de nuestra meta, la cual busca ayudar a dos comunidades para que puedan continuar celebrando la fe en un espacio digno para Dios.
La Parroquia Cristo Rey, corazón espiritual de la comuna de Teodoro Schmidt, está infestada de termitas. Mientras que el Centro Comunitario Familia de Nazareth en Alto Hospicio necesita ampliar su espacio de celebración para llevar esperanza a tantas familias que luchan a diario contra la pobreza, el narcotráfico y otros problemas.
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En Alto Hospicio, un asentamiento donde la vida intenta florecer en medio del desierto y la miseria humana, hay cinco familias que llevan la Palabra y dan a conocer a la persona de Jesucristo con sacrificio, valentía y una fe ciega en la Providencia de Dios.
Una de ellas es el matrimonio de Enrique Astudillo y Romina Chiappe junto a sus cuatro hijos cuyas edades van de los 2 hasta los 18 años.
Dejaron la comodidad y seguridad de sus vidas en 2023 y se embarcaron en misión hacia Túnez, norte de África, apoyados por la familia del Camino Neocatecumenal. Tras un año y medio de estadía, en que junto a otros misioneros lograron recuperar el único templo católico del lugar, debieron volver a Chile por trámites migratorios.
De regreso en Chile, comenzaban a instalarse nuevamente cuando el Señor dispuso otro camino: la missio ad gentes en la zona sur de Alto Hospicio. De esa manera, se sumaron en junio de este año a las cuatro familias que ya se encuentran en el lugar entre las tomas de Paso de la Mula y La Pampa, este último el principal lugar de evangelización donde se ha levantado la Capilla San Pedro.
“En estos dos meses solo hemos visto la Providencia de Dios”, confiesa Enrique, quien aún no tiene un trabajo estable y recibe apoyo de un benefactor para la colegiatura de uno de sus hijos.
“Cuando nos angustia la incertidumbre, oramos, oramos mucho y recordamos: Señor, Tú eres el Padre y proveerás cuando quieras”, precisa Enrique. Por ello, se concentran a lo que han sido llamados la misión.
“En la misión se cumple de verdad la comunión de los santos. Cada familia se apoya en la otra, compartimos los bienes, nos sostenemos en la oración y aprendemos a vivir desprendidos, confiando en que Dios siempre proveerá”, agrega.
De lunes a viernes alimentan y robustecen su fe en la Liturgia. El sábado recorren las calles junto al padre Juan Manuel Madrid, un seminarista y religiosas anunciando la Palabra, con cantos, oraciones y testimonios.
Por la tarde celebran Misa en la Capilla y han sumado la catequesis de Primera Comunión, Confirmación y, recientemente, el Bautismo a cargo de Enrique y Romina.
Centro comunitario Familia de Nazareth
El sueño de la misión es levantar un adecuado espacio de celebración litúrgica y comunitaria que los aísle del calor y del frío; seguro y amplio para las más de 40 personas que están llegando; que les permita celebrar la fe, hacer catequesis y confesarse.
En la misión han aprendido que es posible vivir de la Providencia de Dios: cuando las fuerzas flaquean o la incertidumbre aprieta, siempre llega una ayuda inesperada. Pero esa Providencia no cae del cielo de manera mágica, sino que se hace carne en personas concretas que se dejan mover por el Espíritu.
Por eso, nuestra ayuda es más importante de lo que pensamos. Necesitamos el esfuerzo de cada uno, para que a imitación de San Alberto Hurtado demos hasta que nos duela y se nos caigan los brazos del cansancio.
Así puedes mejorar la Casa del Señor
Parroquia Inmaculada Concepción de Vitacura |
Foto portada: Familia Astudillo Chiappe junto al padre Juan Madrid.
Av Vitacura 3729, Vitacura, Región Metropolitana
Teléfono: 22 208 1730
E-mail: secretariapinmaculada@iglesia.cl