Noticias
Publicada: Jueves 17 de Julio, 2025

La Virgen siempre atenta a lo que falta en nuestras vidas

 


Fiesta de Nuestra Señora del Carmen

En comunidad celebramos el 16 de julio, fiesta de la Virgen del Carmen, con una Eucaristía que renovó nuevamente nuestros lazos con la Madre y Reina de Chile, la Virgen del Carmen.

En su homilía, el padre Javier entrelazó la historia del Monte Carmelo, desde donde nace el Escapulario, con las Bodas de Caná, para recordarnos que la Virgen María actúa con delicadeza, pero con fuerza transformadora.

En el Monte Carmelo, Tierra Santa donde el profeta Elías escuchó la voz de Dios, fue donde siglos más tarde, la Virgen María se manifestó a San Simón Stock, entregándole el escapulario como signo de protección y alianza.

“Es un monte pequeño, como el escapulario que llevamos al pecho. Pero desde ese lugar, la Virgen se manifestó y luego, quiso quedarse aquí, en esta tierra, con los padres de la patria”, expresó.

Más adelante, nuestro párroco recordó que en Caná fue donde Jesús realizó su primer milagro, gracias a la delicadeza de María, que supo ver que el vino comenzaba a faltar.

La Virgen se dio cuenta, actuó con finura y rapidez. Por eso nuestra vida también debería ser un ‘se pensó y se hizo’. No es tan difícil ayudar al otro, estar atento al otro. Y esa es una forma muy concreta de seguir a María: mirando a quien tenemos al lado y actuando con amor”.

“Que esos pequeños detalles nos ayuden a llegar al cielo”, enfatizó el padre Javier.

Con esas palabras, la imposición del escapulario al final de la Misa tuvo mucha más fuerza que antes. Porque siendo un pequeño trozo de tela, guarda siglos de fe, historia y compromiso. Un signo de pertenencia, de consagración y de deseo de caminar con María hacia Cristo.





Galerias:

Av Vitacura 3729, Vitacura, Región Metropolitana
Teléfono: 22 208 1730
E-mail: secretariapinmaculada@iglesia.cl