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Decenas de familias renacen en la fe
Hay momentos en que Dios irrumpe la vida para recordar a las personas su amor incondicional. Esto es lo experimentan los catequistas de la Pastoral del Bautismo, que acompañan cada año a cerca de 40 familias que deciden preparar el corazón para el sacramento del Bautismo.
Hoy, los coordinadores de esta misión son Jonathan Ponce y Naibeth Tovar, quienes, junto a un equipo comprometido de catequistas, conducen cuatro encuentros catequéticos que conducen a una verdadera experiencia de encuentro.
Las temáticas que abren paso a la reflexión y al descubrimiento profundo de la fe son “¿Quién es Dios para ti?”, “¿Quién soy yo?”, “Kerigma: La Buena Noticia”, “Misión de la Iglesia Hoy” y la “Celebración Litúrgica del Bautismo y sus signos”.
Lo que más conmueve a los coordinadores es la transformación que muchas veces viven los padres y padrinos.
“Llega mucha gente con actitud de obligación o incluso de negación. Pero cuando vivimos la última catequesis, que se celebra en forma de liturgia, vemos claramente el paso del Señor: las personas se van contentas, agradecidas, conmovidas”, comentan.
La mayoría de las familias que llegan son extranjeras, muchas de ellas no viven en la comuna, y a menudo lo hacen impulsadas por el deseo de ‘cumplir’ con un rito. Pero Dios no se deja ganar en generosidad: en medio de la enseñanza brota el don de la fe.
“Por lo general, todos se van agradeciendo y contentos. Realmente es evidente que no es lo que esperaban. No se llevan solo conceptos elementales del Bautismo: se llevan algo que les ayuda a revivir lo que la mayoría había dejado a un lado, que es la fe”, comparte otro miembro del equipo.
La experiencia también transforma a los propios catequistas. “Cada ciclo de catequesis nos sirve a todos los equipos de catequistas. Más que dar, es lo que nos llevamos al ver cómo el Señor actúa verdaderamente”, reconocen.
La pastoral del Bautismo no sólo abre la puerta a un sacramento; abre el corazón a la gracia. Se convierten en un signo vivo del amor de Dios y en cada corazón vuelve a latir con esperanza, el comienzo de una vida nueva.
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