Miercoles 13 de Diciembre, 2017
Tantas veces el consuelo del Señor nos parece una maravilla. Pero no es fácil dejarse consolar; es más fácil consolar a los otros que dejarse consolar. Porque, muchas veces, nosotros estamos pegados a lo negativo, apegados a la herida del pecado dentro de nosotros, y, muchas veces tenemos la preferencia de permanecer ahÃ, solos, como en la camilla, como ese del Evangelio, aislado, allÃ, y no levantarnos. ‘¡Levántate!’ es la palabra de Jesús. Siempre: ‘¡Levántate!’.