Miercoles 02 de Junio, 2010

Procesión de Corpus Christi

El domingo 6 de junio, a las 16:00 horas, el Cardenal Francisco Javier Errázuriz' celebrará la Eucaristía en el templo de San Agustín; posteriormente comenzará la procesión hasta la Catedral Metropolitana, donde se adorará al Santísimo.
"Nosotros llevamos a Cristo, presente en la figura del pan, por las calles de nuestra ciudad. Ponemos en sus manos estas calles, estas casas, nuestra vida diaria. Nuestras calles deben ser las calles de Jesús. Nuestras casas deben ser casas para Él y con Él. Nuestra vida cotidiana tiene que estar impregnada de su presencia". Estas palabras del Papa Benedicto XVI sirven de inspiración para la fiesta de Corpus Christi a realizarse el domingo 6 de junio.

Más de 30 son los colegios católicos inscritos para dibujar figuras alusivas a la hostia consagrada con pétalos de flores y aserrín. Casi 50 son los establecimientos que participarán entre las bandas musicales, los escoltas y quienes formarán parte de la procesión. Para el Padre Javier Manterola, Vicario de la Zona Centro de Santiago, destaca el protagonismo de los escolares diciendo que Jesucristo "particularmente es maestro en esta procesión, en que se le acercan los jóvenes, las familias y Jesús los acoge, los abraza como lo hizo con los niños en el Evangelio y los bendice imponiéndoles las manos". Quienes quieran participar se pueden inscribir con María Teresa Plaza en el correo electrónico mtplaza@iglesia.cl o en los teléfonos
5622300 - 5622331 - 5622333.

Aunque llueva, la tradicional procesión por el centro de Santiago igualmente se realizará con toda solemnidad. El sentido de la procesión es la "gratitud a Dios porque nos ha dado a su hijo Jesucristo, que se ha quedado con nosotros hasta el final de los tiempos", señala Monseñor Manterola. Adicionalmente este año la procesión tiene tres sentidos. El primero es redentor, pues "Cristo con su Pasión se une a todos los dolores de la humanidad y particularmente a los de nuestra patria", dice el sacerdote haciendo referencia a las personas que quedaron damnificadas tras el terremoto, a los enfermos, a los que sufren en sus familias. El segundo es el sentido de la resurrección, ya que en el año del Bicentenario Cristo nos invita a "construir un país nuevo". Finalmente con el lema "Chile, una mesa para todos" se destaca que Jesús "en la Eucaristía es el verdadero alimento. Queremos que a nadie en Chile le falte pan, trabajo, familia y el respeto por su dignidad".